1 Vie Mar 28, 2008 3:18 pm
OrkideaSalvag
Mod Global
La "muerte" es una idea construida por cada sociedad.
Los miedos, las esperanzas y las orientaciones que la gente mantiene respecto a la muerte no son actitudes instintivas sino aprendidas en el seno de su cultura.
Cada cultura tiene una visión coherente que trata de explicar y dar significado al caos que, en último término, representa la muerte.
Al considerar las variadas perspectivas desde las que la muerte es transculturalmente, el historiador Arnold ("Various Ways in Which Human Beings Have Sought to Reconcile Themselves to the Fact of Death", 1980) ha desarrollado tipologías de orientación acerca de la vida y la muerte:
- Las diferentes culturas pueden aceptar la muerte, negarla e incluso desafiarla. En la cultura occidental, que tiende a desafiar a la muerte, la estrategias para la salvación han incluido el activismo y el ascetismo. En la cultura oriental las estrategias han sido, preferentemente, contemplativas y místicas.
- La muerte puede ser considerada como el fin de la existencia o la transición a otro estado del ser o de la
conciencia. Para los budistas y para los hindúes el sufrimiento no es causado por la muerte sino por el dolor de experimentar una reencarnación. En estas culturas el objetivo es el fin de las reencarnaciones no el fin de la muerte, que es el objetivo del cristianismo.
- Teniendo en cuenta las dos anteriores dimensiones con las que puede ser considerada la muerte, ésta puede ser vista como algo sagrado o algo profano.
- En las culturas en las que existe alguna concepción de inmortalidad, ésta puede ser personal o colectiva. En la cultura occidental las concepciones de ser tras la muerte incluyen la integridad y continuidad del propio yo. En las culturas orientales el último objetivo es una inmersión indiferenciada e impersonal en el propio universo.
- Hay culturas que han adoptado una actitud hedonista y pesimista respecto a la vida en razón de la inevitabilidad de la muerte, espléndidamente expresada en las "Odas" de Horacio: "Carpe diem, quam minimum credula postero" ("Disfruta hoy y confía poco en el mañana"), habitualmente expresada de forma abreviada como "carpe diem".
Toynbee
Los miedos, las esperanzas y las orientaciones que la gente mantiene respecto a la muerte no son actitudes instintivas sino aprendidas en el seno de su cultura.
Cada cultura tiene una visión coherente que trata de explicar y dar significado al caos que, en último término, representa la muerte.
Al considerar las variadas perspectivas desde las que la muerte es transculturalmente, el historiador Arnold ("Various Ways in Which Human Beings Have Sought to Reconcile Themselves to the Fact of Death", 1980) ha desarrollado tipologías de orientación acerca de la vida y la muerte:
- Las diferentes culturas pueden aceptar la muerte, negarla e incluso desafiarla. En la cultura occidental, que tiende a desafiar a la muerte, la estrategias para la salvación han incluido el activismo y el ascetismo. En la cultura oriental las estrategias han sido, preferentemente, contemplativas y místicas.
- La muerte puede ser considerada como el fin de la existencia o la transición a otro estado del ser o de la
conciencia. Para los budistas y para los hindúes el sufrimiento no es causado por la muerte sino por el dolor de experimentar una reencarnación. En estas culturas el objetivo es el fin de las reencarnaciones no el fin de la muerte, que es el objetivo del cristianismo.
- Teniendo en cuenta las dos anteriores dimensiones con las que puede ser considerada la muerte, ésta puede ser vista como algo sagrado o algo profano.
- En las culturas en las que existe alguna concepción de inmortalidad, ésta puede ser personal o colectiva. En la cultura occidental las concepciones de ser tras la muerte incluyen la integridad y continuidad del propio yo. En las culturas orientales el último objetivo es una inmersión indiferenciada e impersonal en el propio universo.
- Hay culturas que han adoptado una actitud hedonista y pesimista respecto a la vida en razón de la inevitabilidad de la muerte, espléndidamente expresada en las "Odas" de Horacio: "Carpe diem, quam minimum credula postero" ("Disfruta hoy y confía poco en el mañana"), habitualmente expresada de forma abreviada como "carpe diem".
Toynbee